Después de un año en sus nuevas oficinas, hemos querido acercarnos a la sede del grupo Anaya en Madrid para echar la vista atrás y conocer de primera mano cómo vivieron el proceso, y reflexionar sobre el presente y el futuro para entender qué ha supuesto este cambio para el grupo.
Tras finalizar el proyecto de consultoría y cambio de oficina, Ignacio Martínez-Avial, Director General de BNP Paribas Real Estate, conversa con Marta Martínez, CEO del grupo Anaya para escuchar su experiencia en este proyecto, que ha sido galardonado con el premio a la mejor implantación del año por la AEO.
Se ha hablado mucho de que las oficinas son más que simples espacios donde trabajar. Se habla de valores, de creatividad, de employer branding, etc. ¿Qué es para Anaya su oficina?
Para nosotros la oficina es un espacio concebido por y para las personas, que tiene en cuenta sus expectativas y responde a las nuevas formas de trabajar y de relacionarse. Sin abandonar el compromiso por lo que hacemos, es un ecosistema en el que todas las personas tienen su sitio, es un espacio que favorece y potencia las relaciones interpersonales y la comunicación; y por supuesto, es un punto de encuentro con nuestros compañeros, colaboradores, autores y clientes.
¿Cómo surge la necesidad de un nuevo espacio de oficinas?
Todo camino está compuesto por diferentes etapas y, como ya sabemos, para poder avanzar, a veces, hay que empezar de nuevo. Este nuevo espacio nos sirve para impulsarnos en el futuro con más energía, en un nuevo contexto en el que incorporaremos todos los métodos que, por causa mayor, hemos tenido que experimentar y desarrollar durante la pandemia, transformando los inconvenientes en ventajas y avanzando en los modelos híbridos de trabajo que, poco a poco, van ganando terreno en las compañías.
Se trata de un cambio relevante que supone una gestión compleja susceptible de influir en el día a día de una compañía. ¿Cuáles fueron los frenos en la toma de decisión? ¿Y los factores que finalmente os hicieron tomar dicha decisión?
Los cambios de sede de las grandes compañías son bastante frecuentes y eso es debido a múltiples factores. Entre estos factores cabe destacar la inadecuación de los espacios tanto por el tamaño como por la funcionalidad y la necesidad de adaptarse a los nuevos modelos de trabajo.
¿Qué buscabais con el cambio? ¿Cuáles fueron los musts irrenunciables?
Con este cambio buscábamos un espacio que pudiera favorecer y potenciar las relaciones interpersonales y la comunicación, además, es nuestra gran apuesta para la sostenibilidad. Son tiempos de innovación, de creación y de participación donde el espacio de trabajo aporta valores importantes que ayudan a lograr ese cambio empresarial.
¿Qué timing trabajasteis? ¿Cómo de crítico era para vosotros el timing en la ejecución?
La trayectoria se inició en el año 2021 y llegamos a la oficina en enero de 2023 viéndonos afectados en menor medida por los acontecimientos externos, como el COVID, que eran imprevisibles.
Un cambio de oficinas es un proyecto transversal, con impacto en todas las áreas. ¿Qué equipos estaban involucrados en este cambio?
El departamento de Personas ha sido el que mayor peso ha tenido en estos cambios, siendo embajadores los primeros días de oficina ayudando a los trabajadores a incorporarse y a habituarse a los nuevos cambios.
¿Qué fue lo más fácil en todo el proceso?
Sin duda la cercanía con el anterior edificio, nos hemos mudado muy cerca y ha sido clave en el proceso.
¿Consideras que se han cumplido los objetivos del cambio?
Gracias al nuevo espacio de trabajo hemos mejorado la relación entre los distintos equipos, el trabajo colaborativo y favorecido el cambio cultural. Los cambios, por norma general, aportan nuevas oportunidades que no podemos desaprovechar y la sede está cargada de las herramientas necesarias para facilitar la gestión del cambio y la innovación.
¿Cómo han percibido este cambio las personas de la organización?
De manera muy positiva. Uno de los aspectos más interesantes de la nueva sede es el referente a las comunicaciones, ya que está bien conectada por transporte público, además, disponemos de un número de plazas de parking suficientes para cubrir las necesidades en materia de aparcamiento de las personas que a diario se desplacen a su trabajo.
¿Qué le recomendarías a una empresa que se enfrentase ahora a un cambio de las dimensiones del vuestro?
Una de las acciones que nos ha funcionado mucho es informar en todo momento a los empleados de cómo avanzaba el proceso, desde el inicio de la obra hasta las mejoras que seguimos haciendo día a día. Todavía quedan algunos aspectos por definir, como en todo proyecto de esta envergadura y nuestro deseo siempre ha sido el de acercar esta nueva realidad a todas las personas, porque el camino se hace andando y en la mejor compañía.
¿Cuáles crees que han sido los drivers claros del éxito en vuestro proyecto?
El cambio de sede ha traído cosas estupendas; por ejemplo, poder sentarnos al lado de gente de otros departamentos y aprender de sus trabajos, la facilidad de juntarnos y trabajar en equipo, tener lugares de trabajo agradables… Una medida que mejora la comunicación interdepartamental y que conlleva que los flujos de trabajo sean más sencillos y satisfactorios. Nos movemos con más libertad y hay menos barreras arquitectónicas cuando queremos hablar con alguien que antes no sabíamos dónde estaba.
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