¿Vale la pena invertir en una tienda física?

Vivimos tiempos de cambios constantes y el retail no es una excepción. La pandemia ha acelerado un proceso de transformación que ya estaba en marcha. El aumento del e-commerce, las nuevas formas de consumo de las generaciones jóvenes y el rediseño de las ciudades han obligado a los retailers a repensar sus estrategias.

¿Vale la pena invertir en una tienda física?

Esta es una de las grandes preguntas. ¿Qué debe suceder en una boutique para que un visitante se convierta en cliente? ¿Cuál es el verdadero papel de una tienda en la calle?

No hay una respuesta simple. Un sí o un no, no ofrecen soluciones valiosas. La clave está en la flexibilidad. Debemos desmontar ideas preconcebidas y adaptar nuestra propuesta de retail a las necesidades actuales del negocio.

Resiliencia y flexibilidad

No se trata de todo o nada. Se trata de resiliencia y de definir una estructura de retail que mantenga puntos de contacto estables con el cliente y que pueda intensificarse cuando sea necesario. Lo principal es tener claros nuestros objetivos y rodearnos de partners que nos ayuden a flexibilizar nuestra propuesta de retail con agilidad y eficiencia.

La flexibilidad en el Retail físico

 

Flexibilizar la propuesta online es relativamente sencillo: nuevas landings, secciones de descuentos, etc. Pero ¿qué pasa con el retail físico? Hablamos de nuevas fórmulas, incluso temporales. ¿Por qué tener una flagship permanente en Gran Vía cuando puedes abrirla solo los meses que la necesitas?

Las pop-ups han abierto un mundo de posibilidades. Espacio Iberia, por ejemplo, es uno de los últimos en abrir en Gran Vía 48. Esta tienda física ofrece una oportunidad para inspirar y fidelizar a sus clientes virtuales.

Adaptarse y dejar huella

No hay estándares para este tipo de activaciones; la flexibilidad es esencial. Las consultoras inmobiliarias y agencias de comunicación deben tener el conocimiento de la ciudad para localizar el espacio que mejor se adapte a las necesidades de la firma. Espacios flexibles y versátiles capaces de incorporar activaciones únicas que dejarán huella en el visitante.

No hay que centrarse en tan solo vender, sino de dar un paso más hacia la venta, fidelizando al cliente y comprometiéndolo con la marca. Debemos ayudar a las firmas a encontrar a su consumidor en el momento y lugar adecuados para obtener la reacción deseada, ya sea comprar o mostrar el universo de una marca.

Un nuevo concepto de escaparate

Se trata de convertir un espacio en un escaparate, más allá de las vitrinas que dan a la calle. Desdibujando los límites entre lo virtual y lo físico, creamos un camino que el consumidor puede recorrer desde la pantalla de su móvil hasta el corazón de la marca, tocándola y sintiéndola. Por ello, la tienda física debe transformarse en una experiencia completa, integrando lo virtual y lo físico para conectar verdaderamente con el consumidor moderno.

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